lunes, mayo 19, 2008

Leibniz vale callampa


Cuando el arco iris se movía, a medida que avanzábamos, hasta que se metió por el parabrisas.

Cuando me comí un piure entero, recién sacado de la piedra, desde la mano gorda de un pescador.

Cuando los aromos amarillos, furiosos, hacían la guerra contra las 7 de la mañana grises y frías del río Maule, camino a rancho.

Cuando vi un guarén del porte de un coipo y un chancho del porte de una vaca.

Cuando el vino finalmente se sacó el impermeable y supe de las papayas y los morrones.

Cuando el cielo y el mar se me aparecieron de repente siendo pintados en acuarela desde atrás del lienzo.

Cuando el principio de razón suficiente sufrió un desperfecto y se ahogó, se fundió, se quemó!!!

2 comentarios:

Derrame dijo...

Interesantes textos, hay una suerte de desenfado que me gusta, honestamente.
Me gustó la de Benito, los gatos negros, volveré para echar una leída más para atrás

Anónimo dijo...

ese se nos quemó hace tiempo, pero no me gusta que se haya derretido y fundido con todas las suspenciones temporales que conocimos.