sábado, abril 26, 2008

teatro cartesiano del yo

El hombre de la palta vuelve de su trabajo a su departamento donde vive solo. En el camino pasa al almacén del barrio y compra una palta. Llega a su casa y se come la mitad con un pan y un té. Lee, ve una película y duerme. Al otro día en la mañana, el hombre de la palta se come otro pan con la otra mitad de la palta, se lava los dientes, se pone los audífonos, el chaquetón negro y el bolso y va a trabajar. En el camino lee su libro.

El hombre de la palta vuelve de su trabajo a su departamento donde vive con su novia. En el almacén del barrio compra una palta, porque su novia está preparando sushi y le avisó que le faltaba una. Comen sushi, beben buen vino blanco, se ríen, discuten un poco y hacen el amor. Duermen. Se levanta, desayuna sobras de sushi, se lava los dientes, se pone los audífonos, el chaquetón negro y el bolso y va a trabajar. En el camino lee su libro.

El hombre de la palta vuelve de su trabajo a su departamento donde vive con su novio. Su novio es muy vanidoso y leyó en una revista que la máscara de palta deja la piel tersa y suave. Llama a su novio al celular y le dice que en el camino de vuelta le compre una palta. En el almacén del barrio compra una palta, llega a su departamento y su novio la muele ansioso y se la pone en la cara. También le pone a él. Se ríen mientras esperan los veinte minutos necesarios y juegan a que son marcianos, escuchando muy fuerte a Daft Punk. Se besan con palta y hacen el amor en las sábanas blancas. Se vuelven a reír cuando las cambian para dormir. En la mañana, el hombre de la palta come pan con mantequilla, se lava los dientes, se pone los audífonos, el chaquetón negro y el bolso y va a trabajar. En el camino lee su libro.

Si alguna vez pasaste por aquí con audífonos grandes, un libro bajo el brazo, un bolso de cuero colgando de un hombro, y en una mano una bolsa transparente que adentro tenía una palta ( una sola y negra) y además tenías cara de sueño y la nariz no muy bien elegida. Si eras tú el que alguna vez andaba con un chaquetón negro y la mirada algo perdida y me miraste mientras yo volvía con mi palta, mi abrigo negro, y mi bufanda de colores… ¿Dónde estás, hombre de la palta?

No hay comentarios.: